sábado, 4 de noviembre de 2023

ALEJANDRO

A mi querida hija Mar




Viniste hoy que yo no te esperaba,

cuando mi huerto ya no florecía.

Viniste y has traído la alegría

de un Noviembre que yo ya no soñaba.


Fué milagro de amor que cuando estaba

sin flores mi jardín y no decía

el pájaro su dulce melodía,

flores hubo y el pájaro cantaba.


¡Fué milagro de amor! Te dije "espera"

y fuí al rosal que ya no daba rosas

y rosas florecieron. Tan hermosas

que volvió a renacer la Primavera.


Serás cruz en la proa de mi velero,

ancla cuando te coja entre mis brazos

para poder decirte que te quiero.


Serás sin vacilar quilla en mi barca, 

atajando la Mar con ágil vuelo.

Y yo seré el timón que ha de guiarte

Alejandro: porque ya soy tu abuelo.






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Escucha, niño mío, ahora que yo y tú, Álvaro, estamos solos, te quiero contar un cuento:
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