viernes, 2 de octubre de 2009

"Cuentos para Alvaro" ganador

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14 comentarios:

CLEA dijo...

Uno de los valores que nunca deberíamos permitir que desapareciera, es la complicidad entre abuelos y nietos, ha de ser un orgullo luchar para no olvidarlo.

Felicidades a todos los participantes y un beso al abuelo ganador.

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Baruk dijo...

oé,oé,oé,oé....campeón, campeón!!

Si es que el que vale, VALE!


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Rocío dijo...

Como abuelo eres estupendo pero como padre excepcional, felicidades papi!!! Te queremos tus hijos.

Fendes Bautista dijo...

Felcidades al abuelito Cervantes, que escribe cuentos para los infantes...un abrazo y voy calentando motores..("vooy,..camiiino Soria...tú hacia dónde vas....")

Enhorabuena, al abuelo, al nieto, a sus amigos presentables y también a los impresentables, entre los que me honro contar...Un abrazo

Pilara dijo...

¡¡Me encanta ver contento al personal!!
¡Enhorabuena!

Un besico.

pallaferro dijo...

Al mejor abuelo, al mejor cuentista y al mejor orador. Felicidades!

M.Brillet dijo...

Que callado te lo tenias, ha sido una agradable sorpresa,yo ya te lo decia tu vales "chico".muchos besos de tu .....

esca dijo...

Felicidades Malvis,eres un mostruo,y un fenomeno,tienes algo por eso se te valora,ya te daremos un abrazo en tierras sorianas
saludos Esca

Anónimo dijo...

Felicidades, enhorabuena, zorionak...

Oé, oé, oé...

Laura dijo...

Realmente, muchas cosas maravillosas suceden de un día para otro de manera sorprendente, como éste reconocimiento a los cuentos de Alvaro.

Esto muestra que la esperanza no reside allí donde nosotros queremos, sino en donde no la pretendemos.

Que sentido del humor más irónico tiene el destino!!

Besos y besos

Alkaest dijo...

Que por cierto, malvado Malvís, con mi inveterado despiste no había tenido noticia de su bien merecido premio literario, hasta que sus mercedes me arrojaron en cara mi desapego, mientras caminábamos los campos de Soria.
Vaya, pues, mi felicitación, con retraso colmado, pero sincera y alegre como si la hubiese realizado en el primer minuto del evento.
Se adhiere a las congratulaciones mi "socia" Polvorilla, que en cuestiones de despiste me gana.

Salud y fraternidad.

Riviere dijo...

Anda,yo tampoco me había dado cuenta del premio.Ya era hora que alguien reconociera las dotes literarias de Malvis.
Mi enhorabuena,aunque sea con retraso...
Un abrazo.

Alkaest dijo...

¿Cómo que ya era hora? De eso nada, hace tiempo que muchos reconocíamos sus dotes... Literarias, quiero decir, aparte de las que como ser humano posea, siquiera fuese "con valor de simple presunción".
El caso es, que a nadie se le había ocurrido reconocerlas "oficialmente".
Como "amigote" suyo, comprendo que puede no ser para un Nobel, pero también reconozco que hay muchos Planeta con menos méritos. Y no es pasión "de madre".
Aunque si algo lo conozco, no me equivocaré al decir que el prefiere, -aunque no desprecie mundanos reconocimientos-, a sus fieles lectores de toda la vida antes que la gloria de un día. Y si no es así, peor para él, porque pienso seguir siendo fiel lector suyo, con premios y sin ellos.

Salud y fraternidad.

SYR Malvís dijo...

Gracias a todos, amigos. Por vuestros comentarios y por vuestra compañía.

Y, Rivi, no te preocupes hombre que ya sabes eso de que nunca es tarde si la picha ( ¡uy, perdón, ¿en qué estaría pensando?)la dicha es buena.

Y a tí, Alkaest, pues eso. Que tienes razón. Que no se creó este lugar tan especial para reconocimientos efímeros, sino para acompañar, con amor, los primeros pasos de alguien muy especial. Por fortuna, con vuestra compañía, puedo ir pasándolo de brazos. Y que lo del premio, un honor y una alegría. Honor porque Álvaro fue el protagonista de ese Día Internacional Intergeneracional como abanderado de tantos nietos y abuelos anónimos que se sienten tan cercanos. Alegría, por contemplar que algo escrito para un pequeñín de veinte meses es capaz de ser valorado por una institución oficial: la vida política, pues, es aún recuperable. Y además, el acto, ya sabes que me permitió elevar respetuosas quejas sobre la artesanía de la zona y obtener la compensación a una anterior mochila descosida.

Y puestos a ser inmodestos, ni Nobel ni Planeta. Prefiero al Nadal. No por la cuantía, sino por las pelotas ( de tenis, por supuesto).

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Escucha, niño mío, ahora que yo y tú, Álvaro, estamos solos, te quiero contar un cuento:
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